Kevin Richardson, de 34 años, posee 38 ejemplares de león en su reserva privada de Johannesburgo. Su afición comenzó hace 11 años, cuando pasó algún tiempo con dos cachorros.
Hoy se pasea entre machos, hembras y crías como si fuera uno más de la manada. Dice que es consciente de que un día pueden matarlo, pero asegura que no le preocupa, de momento.